Caótica organización de los Juegos Olímpicos de París 2024

Rédigé le 18/07/2024
Jujue LV


Los Juegos Olímpicos de París 2024, celebrados como un gran acontecimiento mundial, están a punto de abrir sus puertas en medio de importantes críticas y desafíos. A pocos días de la esperada ceremonia inaugural, siguen saliendo a la luz varios problemas importantes que ponen de manifiesto carencias significativas en la planificación y ejecución de las infraestructuras necesarias. 


Resistencia urbana



La remodelación urbana con vistas a los Juegos Olímpicos de París 2024 ha suscitado una fuerte oposición por parte de residentes y grupos comunitarios. Los planes para transformar las orillas del Sena en zonas de fiesta han avivado los debates sobre el impacto en el tráfico, la seguridad pública y la calidad de vida. La decisión inicial de reubicar temporalmente 428 casetas de libreros por motivos de seguridad fue muy contestada por la Association culturelle des bouquinistes, que amenazó con emprender acciones legales. Tras las negociaciones, el Elíseo anunció en febrero que los libreros no serían trasladados durante los Juegos, decisión que la asociación calificó de «victoria». El caso también plantea cuestiones sobre la conservación del patrimonio cultural de los puestos de libros del siglo XIX, símbolos de la identidad literaria de París.


Retrasos y problemas de infraestructura



Los retrasos en la construcción de infraestructuras esenciales ponen en peligro los preparativos de París para los Juegos Olímpicos. La piscina olímpica, en particular, ha sufrido defectos de estanqueidad que requieren reparaciones prolongadas, lo que pone en duda su disponibilidad para las competiciones. Además, los proyectos de mejora de las líneas de metro y de las carreteras también llevan un retraso considerable, lo que obstaculiza los avances necesarios para garantizar una accesibilidad adecuada durante los Juegos.


Costes presupuestarios adicionales



Los continuos rebasamientos presupuestarios han incrementado las presiones financieras y suscitado inquietud acerca de la gestión de las finanzas de los Juegos. Los costes de las instalaciones temporales, como las zonas de recepción de espectadores, los espacios de restauración y los centros de medios de comunicación, han aumentado debido a los cambios de diseño y al aumento de las normas de seguridad, lo que ha supuesto un importante gasto adicional. La reasignación de fondos para hacer frente a proyectos de emergencia atrasados ha agravado los retos financieros, exigiendo frecuentes ajustes presupuestarios y un mayor apoyo de los socios públicos y privados.


Crisis de la vivienda y limpieza social



Los Juegos Olímpicos de París 2024 agravaron la crisis de la vivienda en la capital, desencadenando una oleada de desahucios y de no renovación de contratos de alquiler entre los residentes. El objetivo de estas medidas era liberar alojamientos para los atletas y visitantes, lo que provocó un drástico aumento del coste del alojamiento temporal. Muchos parisinos se vieron obligados a abandonar temporalmente la ciudad debido a los elevados alquileres y a la escasez de alojamientos asequibles. Las críticas han sido feroces, sobre todo tras el alarmante informe del colectivo «Le Revers de la Médaille», que denunciaba un aumento significativo de los desahucios, que afectaban sobre todo a inmigrantes e incluían a un preocupante número de menores. Esta política de «limpieza social» ha provocado una indignación creciente entre las asociaciones, suscitando una gran preocupación por los derechos fundamentales y la falta de soluciones duraderas para los desplazados.


Costes de transporte elevados



Durante los Juegos Olímpicos de París 2024, el precio de los billetes de transporte público se ha duplicado hasta los 4 euros, lo que dificulta el acceso a los residentes. La subida se destina a cubrir el aumento de la oferta para los visitantes, frente a las promesas iniciales de gratuidad para los abonados, los atletas y los medios de comunicación, que se abandonaron por falta de financiación. Aunque los abonados al pase Navigo están exentos, esta decisión repercute negativamente en los parisinos y contradice el compromiso de un transporte accesible para los Juegos.


Problemas persistentes con el Sena



A pesar de los esfuerzos por mejorar la calidad del agua del Sena, el río sigue sufriendo una contaminación persistente, lo que supone riesgos para los atletas y empaña la imagen ecológica de los Juegos. Sin embargo, el 17 de julio de 2024, Anne Hidalgo y Tony Estanguet nadaron en el río ante los medios de comunicación para mostrar los progresos realizados, citando un estudio de Surfrider que mostraba una reducción de los niveles de bacterias como E. coli y enterococos gracias en parte a una nueva cuenca de retención cerca de la estación de Austerlitz. A pesar de esta mejora, la contaminación química sigue siendo un reto, que exige esfuerzos constantes para garantizar una calidad sostenible del agua y evitar cualquier percepción de maniobras de comunicación en superficie.


Un gran reto para la seguridad



A medida que se acercan los Juegos Olímpicos de París 2024, la seguridad se convierte en una prioridad crucial a pesar de los persistentes desafíos. Con cerca de 8.000 guardias de seguridad privados indisponibles en abril, Francia debe garantizar una vigilancia eficaz de las sedes olímpicas ante las amenazas de terrorismo y el riesgo de disturbios civiles. Para ello movilizará a 35.000 policías, gendarmes y militares, respaldados por fuerzas internacionales de más de 80 países, integradas en el dispositivo de seguridad francés. Aunque estas fuerzas extranjeras no tienen competencias judiciales, apoyarán activamente los esfuerzos para garantizar la seguridad de los participantes y el éxito de este acontecimiento mundial.


Impacto desfavorable de las críticas internacionales



Además de los retos locales, París 2024 se enfrenta a duras críticas internacionales, que empañan la imagen general del acontecimiento y de la ciudad anfitriona. Los retrasos en la construcción, los excesos presupuestarios y las polémicas han atraído la atención negativa de los medios internacionales, erosionando la reputación de París como destino turístico de primer orden y poniendo en entredicho la capacidad de la ciudad para organizar unos Juegos Olímpicos sin contratiempos.


Polémica y especulación en torno a la Ceremonia de Apertura



La ceremonia de apertura suscitó duras críticas por la posible elección de Aya Nakamura como artista principal. Mientras tanto, se especula con la participación de Céline Dion, Yseult y Dua Lipa, aunque sólo se ha confirmado la presencia de Marc Cerrone. Sin embargo, artistas populares como Daft Punk, M Pokora y David Guetta no participarán, decepcionando a muchos fans.


Taxis voladores hipercontaminantes



Le projet de taxis volants "Volocity" pour relier divers points stratégiques de Paris a rencontré une opposition ferme de la mairie de Paris et de l'Autorité environnementale. Ces engins soulèvent des préoccupations en raison des nuisances sonores et de l'impact environnemental, décrits comme "un gadget totalement inutile et hyperpolluant".


Patrocinadores poco ecologistas



Los patrocinadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 están siendo muy criticados por sus prácticas medioambientales contrarias al Acuerdo de París. Carbon Market Watch y Éclaircies señalan a seis grandes patrocinadores, entre ellos ArcelorMittal, AccorHotels, Air France, Danone, Saint-Gobain y Vinci, por sus inadecuadas trayectorias climáticas. El grupo BPCE ha sido criticado por su apoyo a la expansión del petróleo y el gas, mientras que Coca-Cola ha sido acusada de «lavado verde». A pesar de los esfuerzos anunciados para reducir el uso de plástico, un documento confidencial revela que, aunque se dispondrá de fuentes y tazas ecológicas, tres cuartas partes de las bebidas distribuidas durante los Juegos seguirán procediendo de botellas de plástico.

 


A pesar de las tensiones entre las ambiciones ecológicas de los Juegos y los retos logísticos, París parece estar preparada para los Juegos Olímpicos de 2024, preparándose activamente para gestionar los costes, resolver los retrasos en las infraestructuras y responder a las preocupaciones locales e internacionales. La esperanza sigue siendo que estos Juegos sean un éxito, que celebren el espíritu del deporte y la convivencia internacional mediante una colaboración esencial entre las autoridades locales, los organizadores y el público.