Volver a La Piscine

Rédigé le 26/02/2024
Jujue LV


La noche del viernes fue una noche que no hay que perderse: La Piscine de François Castelain iluminó el escenario de Saint-Martin. Una deslumbrante fusión de artes y culturas reinó por doquier, con composiciones originales, versiones de canciones de culto, bailes hipnotizadores, cócteles exquisitos, cautivadoras proyecciones de vídeo, una impresionante exposición fotográfica, todo ello acompañado de delicias culinarias elaboradas por el talentoso chef Olivier de Mets Tissés.


Bajo el fascinante tema de "Nature Boy", inspirado en el famoso estándar de jazz de Eden Ahbez de 1947, el acto nos transportó a un mundo de ensueño, poesía y utopía. Celebró la diversidad, la sensibilidad y la belleza de la diferencia, a través de una experiencia sensorial inolvidable.

Incluso antes de que empezara el espectáculo, nuestras papilas gustativas estaban extasiadas gracias a las delicias preparadas por el chef Olivier: quinoa vegetariana, rollitos de salmón ahumado con una crema suave, delicioso ceviche de peto o atún y, por supuesto, las imperdibles alitas de pollo marinadas, sin olvidar el plátano crujiente, una auténtica delicia exótica.

El espectáculo comenzó con la proyección de las últimas fotografías de François, acompañadas de un poema recitado por Emilien Nodinot, que transportaron al público al corazón de las islas y a la vida de sus modelos, impregnadas de una belleza impactante y una sensibilidad a flor de piel. A través de su proyecto "Soldado del Amor", François Castelain aspira a utilizar el arte como vehículo para un cambio positivo en el mundo, una misión que resuena profundamente con la magia de este acontecimiento.

Las mujeres iluminaron el escenario de La Piscine con su deslumbrante presencia y sus cautivadoras actuaciones. Tanya Michelle encandiló al público con su cálida voz y su vibrante interpretación, mientras que Betti V cautivó al público con su estilo único y su magnética presencia escénica, acompañada por Tyreke Arrindell en un baile hechizante. En cuanto a Caroline A Rivas, su versátil talento al piano y al acordeón añadió una dimensión mágica a la velada, llevando al público a un viaje musical inolvidable. Y no hay que olvidar a la magnífica bailarina Miss Bee Ada. Su actuación fue una celebración de la creatividad femenina y del poder de la expresión artística.

Según François, Saint-Martin rebosa un potencial artístico y creativo insospechado, y es esta convicción la que le impulsa a organizar este tipo de veladas, poniendo de relieve valores como el respeto, la diversidad y la belleza de la diferencia.

Esta velada, en la que la creatividad se une a la pasión, fue una auténtica celebración de la vida, el arte y la diversidad, que nos transportó a un mundo de sueños y emociones. ¡Enhorabuena a todo el equipo!


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Fotografía: Alexandra Schaede